Torytrans, la solución a la apnea que salió de una fábrica de inductores

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Las personas que padecen apnea del sueño llevan décadas esperando que una eminencia médica o una startup de tecnología sanitaria les libere de la incomodidad de dormir conectados a un compresor de aire. Probablemente lo último que imaginaban es que el milagro se lo haría un fabricante de inductores eléctricos. Esa empresa se llama Torytrans y tiene su sede en un polígono industrial de Almagro, en Ciudad Real.

La compañía lleva 30 años produciendo equipos que cumplen la misma función que el transformador de corriente de un ordenador (reducir el voltaje de la electricidad de alta a baja tensión), pero a la escala que necesita el aerogenerador de un parque eólico o las unidades de tracción eléctrica de un tren.

“Torytrans fabrica desde instrumentos pequeñitos como los que utilizan los focos led de las piscinas, que caben en el bolsillo, hasta equipos que no entran en una habitación y hay que mover con grúas”, ilustra Baldomero Fernández, asesor externo de la compañía en proyectos de investigación.

La empresa fabrica estos aparatos a medida para parques eólicos, huertas solares, trenes, fábricas de automoción, plantas de tratamiento de aguas, quirófanos de hospitales o centros de datos, entre otras muchas industrias.

Ese ha sido siempre su negocio principal, pero hace 11 años, su propietario, el maestro industrial José Cambronero García, decidió explorar una nueva aplicación que le permitiera diversificar sus productos y mercados.

Cambronero, de 59 años, sufre de apnea del sueño y, como la mayoría de personas que padecen esta enfermedad (entre 5 y 7 millones en España, según la Sociedad Española de Sueño, SES), está harto de tener que dormir con una mascarilla. Así que resolvió centrar sus esfuerzos en encontrar un tratamiento alternativo.

Estimulación eléctrica

La propuesta de Torytrans es colocar sobre la musculatura faringo-laríngea dos sensores que, cada vez que detecten el cese de la respiración, emitan una pequeña descarga eléctrica –casi imperceptible– sobre el nervio responsable del movimiento de la lengua, a fin de estimularlo a desplazarla hacia adelante, dilatando la vía aérea superior.

La electroestimulación ya se contempla como una terapia desde 1989, pero la mayoría de métodos requería la implantación de aparatos debajo de la piel. Con la solución ideada por Torytrans no hace falta cirugía.

Los electrodos van sobre la piel conectados a un dispositivo del tamaño de un móvil que se sujeta al brazo por medio de un brazalete. Este equipo registra información sobre todo lo que ha ocurrido en la noche (cantidad de episodios, duración, frecuencia...) y se ajusta automáticamente a las necesidades del paciente.

La terapia ha sido probada con buenos resultados por la Clínica San Carlos de Madrid y el centro médico Teknon en Barcelona. A diferencia de terapias similares, la ideada por esta empresa no requiere cirugía ni incisiones. Los electrodos van sobre la piel

Los ensayos clínicos, necesarios para recibir los permisos de comercialización, finalizaron en mayo y han sido aprobados por la Agencia Española de Medicamentos. Ahora están pendientes de obtener otras certificaciones, incluyendo la del proceso productivo, para lo cual han inaugurado una planta piloto en Madrid.

Aunque están abiertos a diferentes fórmulas de comercialización, Fernández aclara que su prioridad es llegar a un acuerdo con grandes fabricantes de equipos médicos, para que sean estos los que se encarguen de la industrialización y venta del tratamiento, ya que consideran que es la forma más efectiva de introducirlo en el mercado.

Por lo pronto, han protegido la propiedad intelectual de la tecnología con dos patentes, una referida al sistema de detección y otra al de la estimulación eléctrica, y han registrado la marca con la que prevén comercializar el sistema. “Esperamos poder lanzarlo en 2020”, dice Cambronero.

(Fuente: Cinco Días)