La innovación es uno de los factores clave para el progreso del sistema sanitario español, si bien, las grandes multinacionales del sector advierten de que las trabas fiscales y la inseguridad jurídica que rodean a este negocio dañan la competitividad de nuestro país y ponen en riesgo la rentabilidad del sistema actual. Esta es una de las principales conclusiones del I Foro de Sanidad organizado por elEconomista y patrocinado por GSK y HLA Grupo Hospitalario, perteneciente al Grupo Asisa.
"Para las grandes compañías que trabajamos en diferentes países es muy complicado repartir homogéneamente la inversión en todos los territorios, y desde España tenemos que pelear continuamente para atraer capital y empleo cualificado", explica Federico Plaza, director de government affairs en Roche, que, en estos momentos, sitúa a España como su segundo país en investigación clínica después de Estados Unidos.
Cristina Henríquez de Luna, presidenta de GSK Farma, que cuenta con tres centros en España, uno de ellos en Aranda de Duero (Burgos), donde se fabrica la mitad del Ventolin que se hace en el mundo, advierte de que cada vez es más difícil mantener la inversión, ya que "los retornos de todo este esfuerzo son cada vez más bajos".
Más del 20% de toda la I+D industrial en España
La experta apunta que desarrollar un nuevo medicamento cuesta de media unos 2.500 millones de euros. Esta cifra "es más del doble que los 1.100 millones de euros que costaba en el año 2010. Por el contrario, el retorno que obtenemos está en su punto más bajo, ya que hace nueve años era de un 10% y en este momento estamos por debajo del 2%. Esto, claramente, pone en riesgo la sostenibilidad del modelo actual", advierte Henríquez de Luna.
A pesar de esta situación, la industria farmacéutica sigue apostando por la innovación. "Es algo que está en nuestro ADN", explica Luis Mora, director general de PharmaMar, un gran grupo de origen español, afincado en Colmenar Viejo (Madrid), desde donde dirige ocho filiales repartidas por todo el mundo.
El directivo apunta que "valorar la innovación a día de hoy es complicado, ya que no hay criterios únicos en Europa y a esto se suma que nos encontramos con procesos muy largos y un amplio fraccionamiento del mercado que hace que el acceso del medicamento al sistema sanitario se retrase enormemente. Además, no para de correr el cronómetro con la amenaza del genérico y hay que recordar que solo dos de cada cinco fármacos que se lanzan al mercado logran un retorno de capital positivo, por eso creo que el riesgo debería ser compartido desde el principio y no al final", detalla Mora.
En este sentido, Plaza pone sobre la mesa la necesidad de apostar por modelos flexibles de financiación y cree que se debería empezar a pensar en "el sistema de pago por resultados. Es otro factor de riesgo, pero estamos dispuestos a asumirlo si verdaderamente el riesgo es compartido y se facilita el acceso de los pacientes al medicamento".
En este sentido, María Vila, presidenta de Medtronic Iberica, cree que el modelo de riesgo compartido puede ser "una penalización". "Yo quiero compartir riesgos, pero también beneficios, de modo que si soy capaz de aportar una solución que hace más viable el sistema sanitario, al final podemos ser remunerados por ello".
Equidad para los pacientes
Según apuntan los expertos, cuando un medicamento se aprueba en Europa, en España se tarda una media de 15 meses hasta que se le da el visto bueno. Después este producto tiene que salvar las barreras de las Comunidades Autónomas y la carrera de obstáculos continua con las comisiones de farmacia de cada hospital. Una vez tiene luz verde y está aprobado su precio, tiene que superar las barreras de las Comunidades Autónomas.
Con esta situación se logra que "no exista una equidad para los pacientes en toda España", denuncia Sergio Rodríguez, director general de Pfizer España, que asegura que "el principal perjudicado por estas barreras administrativas y presupuestarias es el paciente".
Más subvenciones para medicamentos
El directivo considera que actualmente "no hay una correcta valoración de lo que supone la innovación para el sistema sanitario". Por eso cree que debería apostarse por "planes a largo plazo que dieran la posibilidad de respaldar terapias innovadoras y también impulsar la creación de un registro de pacientes que midiera los datos de salud y la efectividad de los tratamientos", ya que, actualmente "hay poca traslación entre la inversión y el acceso de los productos innovadores dentro de nuestro sistema sanitario".
En la misma línea, Enrique de Porres, consejero delegado de Grupo Hospitalario HLA (perteneciente al Grupo Asisa), considera que "debería haber algún organismo capaz de analizar toda la innovación y priorizar cual es la que se debe incorporar al sistema con mayor celeridad".
El valor del sistema privado
Durante el debate, De Porres puso en valor el papel del sistema sanitario privado, que actualmente acoge a "11 millones de personas, que realizan la mayor parte de su actividad asistencial en este circuito". "Nadie pronosticaba que en una época de crisis económica, el sector del seguro, que es un servicio duplicado, lograra subir las pólizas, y en parte esto se debe a las dificultades que ha tenido el sector público como consecuencia de las restricciones financieras, que han llevado a que solo un 6% del PIB se destine a la sanidad pública, lo que nos sitúa a la cola de Europa".
La preparación de la red de centros y hospitales de España para recibir y adaptarse a la innovación es también un factor relevante. En este punto entran en juego empresas como Tich Consulting, perteneciente al Grupo Asisa. Su director general, Luis Barcia, destaca que "somos el escalón necesario en la transformación digital de las entidades sanitarias y permitimos que los datos que antes se manejaban en papel estén ahora en la nube". Así, Barcia detalla que HLA tiene cinco millones de historias clínicas desde el año 2014 en la nube con las que se puede interactuar.
Por su parte, Luis Cortina, consejero delegado de Siemens Healthineers, considera que para "llegar a encontrar una sostenibilidad del sistema, la innovación es importante, pero también se deben dar servicios y soluciones que acerquen la tecnología al grupo hospitalario para trabajar más conjuntamente y por eso nosotros hemos lanzado una empresa de servicios que trabaja en esta línea".
(Fuente: El Economista)