Ponen en marcha una prueba piloto de un sistema de sensores de gases que se basa en inteligencia artificial para monitorizar a personas mayores que viven solas
La información recogida por los sensores se procesa con algoritmos desarrollados por el Centre de Recerca en Enginyeria Biomèdica de la UPC (CREB) y la inteligencia artificial aplicada por la empresa Sensing&Control.
Los sensores tienen como funciones principales alertar de los peligros y extraer un patrón de comportamiento de la persona, lo que, gracias a la inteligencia artificial, permite identificar si una persona mayor se aleja significativamente de su rutina, "lo que constituye una señal de alarma de su comportamiento", según el consejero delegado de Sensing&Control, Narcís Avellana.
El sistema está formado por dos o tres dispositivos que se instalan en el comedor, la habitación y la cocina de la vivienda y los sensores que llevan incorporados pueden detectar diversos tipos de gases, como el dióxido de carbono o hidrocarburos, entre otros.
Esto permite saber si la persona está presente o no en un espacio, si se ha dejado el gas encendido, si hay mala ventilación o comida podrida en el piso.
Para el investigador del CREB, Jordi Fonollosa, los sistemas de monitorización convencionales, como las videocámaras o los sensores de movimiento a menudo son "bastante intrusivos y crean recelo, comprometen la privacidad y tienen limitaciones como los ángulos muertos".
(Fuente: ABC)