El Congreso ha aprobado la Ley de Startups, con la que el Gobierno busca convertir a España en un polo de emprendimiento y atraer inversión. La norma, que incorpora cambios consensuados con los actores del sector y el resto de partidos, se prevé que entre en vigor el 1 de enero de 2023. La secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, aseguró que “el business case que se plantea el Gobierno es que en tres años tras la entrada en vigor de la nueva ley podamos conseguir un incremento mínimo del 20% sobre la inversión actual” en el sector del emprendimiento.
La ley incluye importantes medidas fiscales, elimina trabas burocráticas y flexibiliza trámites para fomentar la creación y la inversión en empresas emergentes de base tecnológica. También incorpora medidas clave para atraer y recuperar el talento internacional y nacional, favoreciendo el establecimiento en España de teletrabajadores y nómadas digitales.
Así, además de reducir el tipo impositivo en el impuesto de sociedades y el impuesto sobre la renta de no residentes, del tipo general del 25% al 15% en los cuatro primeros ejercicios desde que la base imponible sea positiva, la norma facilita el uso de las stock options como forma de retribución, pues eleva su exención fiscal de 12.000 a 50.000 euros anuales y se retrasa su tributación al momento en que se hagan líquidas, ya sea por la venta de las acciones o por una salida a bolsa. Igualmente, se flexibilizan las condiciones de generación de autocartera en sociedades de responsabilidad limitada.
La Ley también eleva la base máxima de deducción por inversión en empresas de nueva o reciente creación de 60.000 a 100.000 euros anuales. Un incentivo fiscal al que se podrán acoger inversores y emprendedores. Además, el tipo de deducción pasa del 30% al 50%, y se fija en cinco años el periodo en el que se considera una startup de reciente creación (a siete en ciertos sectores).
Fuente: Cinco Días