El invierno de 2023 se prevé el más frío de la historia de la Unión Europea (UE). Y no por las temperaturas, sino por la dificultad de llenar las reservas de gas —Rusia ha cortado el grifo—. Sustituir su suministro por el de otros proveedores podría ser inasumible, vistos los precios del último año. ¿Hay alternativa? Bruselas cree que sí.
La Comisión Europea quiere aprobar de urgencia un mecanismo para acelerar el despliegue exprés de renovables. Le preocupan los cuellos de botella generados en algunos países y regiones, donde los trámites se eternizan años. «Los procedimientos son largos y complejos», denuncia.
¿En qué consistirá la medida?
Mientras se tramita la reforma de la legislación europea en materia de renovables —que puede llevar más de dos años y aspira a desatascar el embudo de proyectos sin resolver— Bruselas quiere aplicar de forma «inmediata» y «temporal» medidas extraordinarias y urgentes. La principal tiene que ver con la eliminación de trabas medioambientales para acelerar el despliegue a corto plazo de proyectos renovables con potencial para tener un «impacto rápido y efectivo». Las valoraciones de impacto ambiental deberán simplificarse, al tener prioridad sobre las principales directivas verdes.
Fuente: La Voz de Galicia