Estas baldosas tienen como objetivo aprovechar la energía solar y abastecer con ella diversos elementos de la ciudad, como las fuentes, los baños públicos o la señalización de tráfico.
La instalación está fabricada en un vidrio resistente al paso de los peatones, las bicicletas y los vehículos –también se prevé su uso en la calzada o en carretera–, y cuenta con sistema de calefacción que permite resistir las bajas temperaturas.
Por lo pronto, la instalación no ocupa mucho espacio y está en pruebas, pero quienes tengan curiosidad por ver cómo funciona, el ayuntamiento ha abierto un canal para que pueda verse a través de Internet.
(Fuente: La Razón)